"Este nacimiento es el mayor tesoro de la finca", dice Silvio en una carta que nos envío. Silvio recuperó un ojo de agua y cuando vio el agua brotar tan bueno decidió construir su propio acueducto.
"Me nació la idea de recuperar un sitio que antiguamente era húmedo y me di en la tarea de reforestarlo con especies nativas como platanillos, sauces, alisos, entre otros. Fue así como el agua empezó a brotar. Se me ocurrió hacer unos filtros en el nacimiento con piedra de río y graba (para no utilizar ladrillo ni cemento) por donde empezó a correr el agüita. Ya bien reforestado el agua abundó bastante..."
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